Un tesoro de casi 9,5 millones de euros en botellas de whisky

La familia del antiguo propietario de una embotelladora de Pepsi saca a subasta su colección de casi 4.000 unidades de los mejores destilados escoceses

Presumen quienes van a subastarla que es, probablemente, la mayor colección privada de botellas de whisky que se ha puesto jamás a la venta. Son más de 3.900 botellas de Scotch que la casa de subastas Whisky Auctioneer ofrecerá al mejor postor en 2020. El valor previo del nutrido lote, compuesto sobre todo de destilados de malta, oscila entre los 8,3 y los 9,5 millones de euros, e incluye rarezas de las destilerías The Macallan, Bowmore y Springbank, según recoge la BBC.

La colección ha estado a buen recaudo durante años en una estancia de una vivienda de Colorado (EE UU) a la que su propietario gustaba llamar “el pub”. Este tesoro de alta graduación pertenecía a un empresario estadounidense, antiguo propietario de una embotelladora de Pepsi, que murió en 2014. Richard Gooding dedicó más de dos décadas a hacer acopio de las botellas, entre las que se encuentran algunas de viejas destilerías ya desaparecidas de Escocia, como Stromness y Dallas Dhu. Destaca, además, porque incluye dos de las botellas que, según cuenta en su web la BBC, son de las más buscadas por los coleccionistas. Una The Macallan de 60 años de 1926 con etiqueta Valerio Adami y otra con etiqueta Fine and Rare. Los The Macallan de ese año son muy valiosos. En una subasta el pasado octubre, una botella alcanzó los 1,78 millones de euros.

En la subasta se incluye un Springbank de 1919 que puede alcanzar entre 213.000 y 261.000 euros por sí solo, y otro The Macallan, de 50 años y de la colección Lalique Six Pillars, que puede quedar adjudicado entre los 106.000 y los 118.000 euros.

La colección de Richard Gooding, que falleció de cáncer de piel a los 67 años, buscaba la perfección, según sus familiares. Cuentan que viajaba a menudo a Escocia en su avión privado para hacerse con botellas especiales directamente en las destilerías o en casas de subastas. “Para nosotros era evidente que coleccionar botellas de Scotch era una de las grandes pasiones de Richard”, apunta su viuda, Nancy Gooding. “Le gustaba todo del whisky: desde investigar destilerías a visitarlas y probar [sus productos]”. Su favorita, señala, era Bowmore y su destilado preferido, el Black Bowmore.

Del 7 al 17 de febrero y desde el 10 al 20 de abril, quienes tengan afición y una buena cuenta bancaria podrán hacerse con alguna de las joyas de Gooding. Pero quienes puedan permitirse pagar esas cantidades tendrán que plantearse después otra cuestión: ¿guardar o abrir la botella?